100 mil euros transferidos a su diocesis natal provocaron el escándalo en el Vaticano.
El cardenal Angelo Becciu dijo que se defenderá de acusaciones de irregularidades financieras, tras ser removido por el papa Francisco de su cargo de prefecto de la Curia Romana y despojado del derecho de participar de un cónclave.
Todo esto en medio de una investigación por supuestos desmanejos y desvíos de fondos de la Santa Sede.
“Es una cosa extraña, surreal. El Papa me dijo que no tenía más confianza en mi porque le dijeron que habría cometido peculado”, planteó Becciu este en conferencia de prensa.
Reconoció que fue el propio Papa quien le pidió la renuncia tras una reunión de 20 minutos: “En espíritu de obediencia, y por el amor que tengo a al Iglesia y al Santo Padre, he aceptado su petición de hacerme a un lado”.
“Soy inocente y lo probaré. Pido al Santo Padre que me permita el derecho a defenderme”, afirmó Becciu, italiano de 72 años y que ocupaba el “Ministerio” encargado de las canonizaciones desde mayo de 2018.
Becciu, exsustituto de la Secretaría de Estado entre 2011 y 2018, había sido relacionado de manera lateral con el escándalo de inversiones inmobiliarias en Londres, por cerca de 200 millones de euros financiadas con dinero de la colecta de caridad del Papa a partir de una investigación pedida e impulsada por Jorge Bergoglio.
Becciu, de todos modos, planteó que la investigación de Londres no formó parte de la conversación con el Papa que derivó en su despido, sino que las acusaciones forman parte de otra investigación por la transferencia de 100 mil euros a su diócesis natal, de la que también se declaró inocente.
