Santo en la Web y en la Red

18 de abril, 2024

CONTRA EL RACISMO. Miles de manifestantes en la marcha de Washington.

Reclamo de justicia en el homenaje a Martín Luther King.

Activistas visibilizaron en Estados Unidos los estragos de la violencia racista al celebrar otro aniversario de la histórica marcha hacia Washington organizada por Martin Luther King en 1963.

La multitudinaria conmemoración se concretó en el marco de una serie de manifestaciones antirracistas que desde hace 5 días ocupan la localidad de Kenosha, en el estado Wisconsin.

El domingo pasado el afroamericano Jacob Blake fue acribillado por la espalda por un policía blanco, frente a sus 3 hijos de entre 3 y 8 años.

La hermana de Blake, el joven de 29 años que se encuentra hospitalizado y ya no podrá volver a caminar debido a las heridas que recibió, dijo eque no pensaba “disfrazar este genocidio y llamarlo brutalidad policial”.

57 años atrás Martin Luther King pronunció su histórico discurso “Yo tengo un sueño”, el monumento de Lincoln, en la Explanada Nacional en Washington.

En el aniversario de aquel día miles de personas que exigieron justicia por las víctimas de la fuerza policial y una reforma penal.

Fue organizada por un grupo de entidades e impulsada por el movimiento Black Lives Matter (Las Vidas Negras Importan), se reunió también a las familias de una lista de víctimas en constante expansión: George Floyd, Breonna Taylor, Rayshard Brooks, Ahmaud Arbery, Trayvon Martin y Eric Garner, entre otros.

Se encontraban más de 60 manifestantes de Milwaukee que caminaron durante 24 días para poder estar presentes en el encuentro.

Asistió la candidata a la Vicepresidencia del Partido Demócrata, Kamala Harris.

Los manifestantes se tomaron la temperatura, respetando la distancia social y uusando tapabocas.

El lema del encuentro fue “Quitame la rodilla del cuello”, en alusión al modo en que falleció Floyd, el 25 de mayo pasado, cuando en Minneapolis el policía Derek Chauvin lo redujo al piso y le clavó la rodilla en el cuello durante casi nueve minutos, pese a que gritaba que no podía respirar.

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