La familia de la periodista Débora Pérez Volpin denunció que la causa que investiga su muerte está “paralizada”. Desde la querella le solicitaron al juez que declaren como testigos 21 empleados del sanatorio La Trinidad de Palermo a donde Débora concurrió a realizarse la endoscopia.
El abogado querellante, Diego Pirota, elevó un escritor a la fiscal Nancy Olivieri, en donde se solicito que se llame a declarar a la jefa, la subjefa y la técnica anestesista del quirófano de la clínica y a 5 instrumentadoras que estaban en el lugar y que asistieron a las maniobras de reanimación de la periodista.
Además los allegados a la periodista están disconformes con al forma en que el juez, Gabriel Ghirlanda, lleva adelante la causa ya que rechazó algunas medidas de prueba como el análisis de los teléfonos de los médicos involucrados en la intervención.
A un mes y medio de su muerte, la familia de Débora quiere saber la verdad. Hoy pidieron celeridad a la fiscal que (no) investiga. #JusticiaPorDébora pic.twitter.com/rf8qpZEzam
— Fede Seeber (@fedeseeber) March 21, 2018
La familia de Débora está convencida de que el fallecimiento de la periodista se dio a causa del estudio. Su abogado apuntó a la anestesista señalando que “no eligió el mecanismo aconsejado de reanimación, al momento de desatarse la crisis”.
En los resultados preliminares de la autopsia se reveló que el cuerpo presentaba lesiones en el estomago y esófago que habrían sido causadas por el endoscopio.
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