Miles de personas se manifestaron en el centro de Copenhague para protestar contra un proyecto gubernamental que plantea eliminar un feriado nacional como medida de ahorro para reforzar el presupuesto en Defensa.
El gobierno de la primera ministra Mette Frederiksen dispuso que deje de ser feriado el Gran Día de Oraciones, de origen cristiano, que se celebraba el cuarto viernes después del Domingo de Resurrección.
Entre quienes cuestionan la medida están los sindicatos, que lamentan también un retroceso de los derechos laborales y llamaron a la población a salir a la calle.
TRIBUNA ABIERTA