El director de campaña del candidato republicano Paul Manafort presentó su renuncia a Donald Trump, la cual fue aceptada de inmediato.
Se estimaba que esto sucediera luego de que trascendiera que Manafort era un lobbista del gobierno ucraniano prorruso de Viktor Yanukovich, del cual recibió U$S 12,7 millones de acuerdo a la oficina anticorrupción ucraniana.
El escándalo fue aún peor cuando se conoció que una empresa dirigida por el ex jefe de prensa organizó una operación encubierta de cabildeo en Washington a nombre del entonces partido gobernante de Ucrania.