Santo en la Web y en la Red

10 de febrero, 2025

Felipe rey de España. Cumplió con una tradición de más de 300 años.

Lo hace habitualmente su madre.

Un año más, un miembro de la familia real se unió o a los cientos de fieles que participan en el besapiés del Cristo de Medinaceli, uno de los más venerados de Madrid.

El rey Felipe fue quien cumplió con esta tradición de más de 300 años.

Se mezcló con los cientos de madrileños que hacían cola en la puerta del templo.

Situada en pleno centro de la capital, la basílica de Nuestro Padre Jesús de Medinaceli recibe cada primer viernes de marzo a multitud de vecinos que quieren venerar la imagen.

En años anteriores, fue la reina emérita Sofía la que pasaba por este templo, encontrándose en 2020 y 2021 algunas restricciones que le impidieron besar los pies a la figura. Tomaba así el relevo de su hija mayor, la infanta Elena, que lo hacía en 2019. Mientras, hay que irse hasta 2018 para ser testigos de la anterior visita de don Felipe, la primera que hacía como monarca y que efectuó solo, sin la compañía de Letizia, no muy dada a liturgias religiosas si no es estrictamente obligatorio.


El rey Felipe se ha encontrado dos cosas a su llegada. Por un lado, la comitiva de hermanos capuchinos que cuidan del templo y que le dieron una calurosa bienvenida.

Por otro, el fervor del público agolpado en las puertas de la basílica, bien preparada en los alrededores tanto para organizar la llegada masiva de fieles como para salvaguardar la seguridad del monarca.

Un gentío que ha recibido a don Felipe con vítores, aplausos y cánticos. Aunque a su llegada a la basílica de Nuestro Padre Jesús de Medinaceli, solo saludó y no tardó en entrar para presentar sus respetos y venerar la imagen, a la salida no dudó en acercarse a las vallas de seguridad y ponerse a estrechar manos y repartir sonrisas, apreciando mucho el afecto, que incluso se convertía en besos en sus manos, como si de otro santo se tratara.


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