Los franceses marcharon por las principales ciudades de Francia convocados por los sindicatos a participar de la jornada de huelga en rechazo a la reforma de las pensiones impuesta por el presidente Emmanuel Macron.
Desde el 19 de enero de este año esta es la sexta jornada de paralización de las principales actividades del país.
Marca un endurecimiento del sindicalismo para rechazar las nuevas condiciones para acceder a una pensión completa, que proyectó un aumento de la edad jubilatoria y de los años de aportes
No hubo datos oficiales sobre el tamaño de la convocatoria en la capital francesa, pero uno de los organizadores, la Confederación General del Trabajo (CGT), estimó que hubo unos 700.000 manifestantes y que en todo el país reunió entre 1,27 y 2,8 millones de manifestantes.
Los sindicatos podrían convocar a una nueva jornada de protestas.
Macron, que impulsó esta reforma jubilatoria contra viento y marea, pone en esta pulseada una parte importante de su crédito político, después que la pandemia le obligara a abandonar una anterior reforma durante su primer mandato, marcado además por la protesta social de los «chalecos amarillos».
Pero dos de cada tres franceses, según los sondeos, siguen opuestos al proyecto del mandatario liberal de retrasar la edad de jubilación de 62 a 64 años para 2030 y adelantar a 2027 la exigencia de cotizar 43 años (y no 42, como ahora) para cobrar una pensión completa. Una mayoría apoya las huelgas.
TRIBUNA ABIERTA