Un grupo de militares de Guinea arrestó al presidente Alpha Condé, anunció que disolvió el gobierno y el Congreso, suspendió la vigencia de la Constitución.
Dictó toque de queda «hasta nuevo aviso», en un hecho que fue celebrado en vastas zonas del país y condenado «enérgicamente» por la ONU.
«Decidimos, después de detener al presidente, quien actualmente está con nosotros, suprimir la Constitución en vigor, disolver las instituciones y también al gobierno, así como el cierre de las fronteras terrestres y aéreas», afirmó el jefe de Operaciones Especiales del Ejército, teniente coronel Mamady Dumbuya.
«La situación sociopolítica y económica del país, la disfunción de las instituciones republicanas, la instrumentalización de la justicia, el pisoteo de los derechos de los ciudadanos y la mala gestión económica llevaron al Ejército republicano a asumir sus responsabilidades frente al pueblo», explicó Doumbouya.
El oficial reiteró esas afirmaciones en una aparición a través de la televisión nacional, que interrumpió su programación habitual, en la que se lo vio de uniforme y envuelto en la bandera guineana, y criticó el «desbarajuste» gubernamental.
El sector golpista divulgó un video que supuestamente prueba el arresto de Condé, en el que el mandatario, de 83 años, aparece vestido con camisa y jeans, sentado en un sofá, y se niega a responder cuando le preguntan si fue maltratado.
«El presidente está con nosotros, está en un lugar seguro y lo ha visto un médico», aseguró Dumbuya.
Los golpistas detallaron que el presidente fue detenido en Conakry, la capital de este país de África occidental, y anunciaron la creación de un Comité Nacional de la Unión y el Desarrollo, que asumiría el gobierno, con el objeto de redactar una nueva carta magna.
TRIBUNA ABIERTA