“Las extrañaba mucho, mucho, mucho. Son mi vida entera, ustedes”
A casi 5 cinco meses de haber ingresado a la casa de Gran Hermano, la exdiputada pudo reencontrarse con sus 3 hijas.
Mía de 12 años, Felicitas de 3, y Mina de tan solo un año, junto a su niñera sorprendieron a Romina que al verlas de emocionó hasta las lágrimas.
Romina junto a sus hijas se fusionaron en un abrazo desbordante de felicidad. “Me voy a calmar, me voy a calmar…” repetía la participante.
“¡Qué alta que estás! ¡Estás más alta que yo!” le dijo a Mia, la mayor de las hermanas.
“Hola Nina, ¿quién soy yo?”, le preguntaba a la más chica, quien respondió: “¡Mami!”.
“Estoy muy contenta, ¿vos me extrañaste?” le dijo a Felicitas, que le comentó “Ayer vomité, me dolía la panza porque comí muchos caramelos”.
Rápidamente Romina le consultó a Marita, la niñera “Están comiendo bien, ¿no? No le están dando pavadas, ¿no? ¿Vos estás siempre con ella?”.
Marita le respondió “Re bien. Estoy todos los días. ¿Cómo las ves?”.
Y la participante acotó “Las veo hermosas, pero quiero quedarme tranquila de que están con vos, de que las cuidan, que toman agua y no coca, nada de eso. Viste que Walter (Festa) es de darle caramelos y darle boludeces…”
“Las extrañaba mucho, mucho, mucho. Son mi vida entera, ustedes”.
Santiago del Moro había aclarado que la final la disputarán tres participantes en lugar de cuatro, y que todos recibirán a sus familiares en la casa durante la semana.
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