Hong Kong reabrió playas y piletas y amplió el aforo en restaurantes al tiempo que la capital china, Beijing, flexibilizó las reglas impuestas para la llegada de personas desde el extranjero que había endurecido por un rebrote de coronavirus vinculado a la variante Ómicron.
Hong Kong, que llegó a un pico de 300 muertes diarias en marzo y bajó a cero en los últimos días, ha ido reabriendo las instalaciones deportivas a medida que los nuevos contagios se iban reduciendo.
Además, habilitaron a los restaurantes a recibir hasta ocho personas por mesa, el doble de lo que estaba permitido, y ya no exigirán el uso de barbijo para hacer ejercicio al aire libre.
Hong Kong tuvo durante los dos primeros años de la pandemia uno de los cierres más estrictos, con lo que logró contener en gran medida el virus.
Tras flexibilizar las reglas, los casos aumentaron en febrero y el Gobierno reimpuso las restricciones, limitando las reuniones públicas a dos personas, cerrando restaurantes y bares a las 18 y cerrando incluso las plazas y parques.
La nueva apertura alegró a los comerciantes, que ya se están preparando para recibir a sus clientes.
.Un nueva tanda de flexibilizaciones comenzará el 19 de mayo, cuando se podrán reabrir bares y clubes nocturnos a la vez que los restaurantes podrán mantener sus puertas abiertas hasta la medianoche.
En China continental, en tanto, las autoridades enfrentaron el rebrote con restricciones en todo el país, las más duras en Shanghai, donde millones de personas quedaron confinadas.
La flexibilización anunciada apunta a reducir la cuarentena para las personas que llegan del extranjero.
De los anteriores 21 días de aislamiento, los primeros 14 en un hotel, se pasó a 10 días de aislamiento en un hotel, seguidos de una semana de aislamiento en el hogar.
La medida es vista como algo simbólico, dado que son muy pocos los vuelos internacionales que llegan a diario a Beijing.
TRIBUNA ABIERTA