“La gente tiene que seguir viviendo ahí y esa es la idea”.
La Corte Suprema israelí hizo una propuesta que podría evitar el desalojo de decenas de palestinos de un barrio de Jerusalén este.
Luego de que intentos de colonos judíos de expulsarlos contribuyeran a desatar 11 días de hostilidades entre Israel y grupos armados palestinos de la Franja de Gaza.
En una audiencia, la máxima instancia judicial israelí escuchó una apelación presentada por 4 familias palestinas contra órdenes de ser desalojadas dictadas por tribunales inferiores en beneficio de una asociación de colonos judíos, después de que el fiscal general, Avichai Mendelblit, decidiera en junio no intervenir en el caso.
Según los fallos previos, favorables a una asociación de colonos judíos, las alrededor de 70 personas que constituyen las 4 familias palestinas debían ser desalojadas porque habían construido sus casas en tierras propiedad de judíos antes de la fundación de Israel, en 1948.
Luego de escuchar a las familias y sus representantes legales, la Corte Suprema propuso a ambas partes conceder a las familias palestinas un estatus de inquilinos “protegidos” que evitará su desalojo durante años pero sin un pronunciamiento sobre la cuestión legal de la propiedad de las viviendas.
Según la propuesta, los palestinos, que han estado viviendo en el vecindario desde la década de 1950, tendrían que pagar una pequeña cuota de alquiler a Nahalat Shimon, una asociación de colonos judíos que adquirió los intereses de las familias judías que vivían en el vecindario antes del establecimiento de Israel en 1948.
La Corte dio a ambas partes una semana de plazo para responder.
“Lo que estamos diciendo es que pasemos del nivel de principios a los niveles de practicidad”, dijo el juez de la Corte Suprema de Israel, Yitzhak Amit.
“La gente tiene que seguir viviendo ahí y esa es la idea, tratar de llegar a un acuerdo práctico sin hacer tantas declaraciones. Hemos visto lo mucho que esto interesa a los medios de comunicación. Queremos una solución práctica”, agregó.
