Sostiene también que faltan cosas de valor del departamento del periodista.
Bárbara y Lola, las hijas de Jorge Lanata, hicieron una presentación judicial en la que acusaron a Elba Marcovecchio, la esposa del periodista, de “perjudicar la salud de su padre” y “hurtar elementos de gran valor”.
Denunciaron faltantes tales como: tres carpetas color Azul, Verde, Roja, que contiene todos los certificados de obras de arte, la suma aproximada de U$S 35.000/50.000 y pesos, gran cantidad de obras de arte, encendedores, adornos, relojes, pulseras, biromes, entre otras cosas.
En el escrito solicitaron que se las designe de forma definitiva como la red de apoyo de su padre para todo lo referido a su salud y tratamientos médicos.
Propusieron a Alejandra Mendoza, asistente histórica del periodista, como la encargada de ocuparse de las cuestiones referidas a la administración del patrimonio del periodista, rol que desempeñó durante los últimos años y que actualmente lo hace Marcovecchio.
En la denuncia de 67 páginas, Bárbara y Lola hicieron una reseña de los acontecimientos más relevantes para respaldar su solicitud.
Lanata está internado desde el 14 de juino
“El 18/08/2024 nuestro padre habló por primera vez con la cánula. Su actual esposa, la Sra. Elba, tomó conocimiento de ello recién tres días después, porque durante este período no concurrió a visitarlo y no respondió los mensajes que le enviamos, ni autorizó el ingreso de los más íntimos allegados de nuestro padre al nosocomio”.
“No obstante, su ausencia, sea que fuera por imposibilidad de asistir (por estar avocada a la realización de los actos de desapoderamiento o hurto de los bienes de nuestro padre, por encontrarse al cuidado de sus hijos o realizando sus labores profesionales) o simplemente por desinterés, se negó a que nuestro padre tenga un enfermero de día o acompañante, señalando que tales decisiones las tomaría a su criterio, en el momento que lo considerare conveniente”.
“El lugar más adecuado para su traslado -por recomendación médica- era FLENI, Neurología, Neurocirugía, Rehabilitación, ubicado en Escobar, provincia de Buenos Aires. Además, por los antecedentes médicos de nuestro padre. (…) No obstante ello, por pedido de la Sra. Marcovecchio, a quien le resultaba incómodo trasladarse hasta allí para visitar a su cónyuge, debió buscarse una alternativa en Capital Federal, permitiendo finalmente su traslado a la Clínica Santa Catalina, que no era la mejor opción, lo que quedó demostrado pues no se lograron los resultados esperados”.
“(…) tomamos conocimiento del traslado desde el Santa Catalina hacia el Hospital Italiano cuando la decisión sobre el lugar al cual se lo trasladaría ya había sido tomada por la Sra. Marcovecchio, de manera unilateral, sin consultarnos ni informarnos al respecto. Sin perjuicio que no ponemos en duda que el Hospital Italiano es una institución de calidad médica y tecnológica, en el caso de nuestro padre, por su historial médico y estando allí su médico de cabecera, la mejor opción para el Sr. Lanata era trasladarlo a la Fundación Favaloro”.
“(…) desde el inicio de su relación con nuestro progenitor se siente insegura ante tales vínculos tan estrechos y que le preceden, pretendiendo aislar a nuestro padre, confrontando con la mayoría de las personas a las el Señor Lanata posee afecto y/o confianza. Tal proceder constante la ha llevado al extremo de replicar esta conducta en esta delicada condición de salud que padece nuestro padre, y lejos de preservarlo en esta situación de extrema vulnerabilidad en la que se encuentra, ha exacerbado su conducta confrontativa, y ha puesto en riesgo a su persona, a su salud y a su patrimonio”.
Además, Bárbara y Lola enumeraron los actos de Marcovecchio que la descalificarían para conformar la red de apoyo del periodista.
“A pesar de conocer su estado de salud, le traía casi siempre que lo visitaba, cosas dulces: scons de Maru Botana, lemon pie, chocolates, torta con frutos rojos. En la casa se tiene la precaución de tener todo sin azúcar, chocolates, caramelos, gaseosas. Pero cuando Elba llegaba con cosas dulces se lo ponía adelante para que lo comiera, incluso cuando Jorge le decía que no quería, le insistía para que lo probara”.
Tras sostener que Marcovecchio no es la persona idónea para tomar decisiones en torno a la salud de Jorge, las jóvenes desarrollan los actos de la cónyuge referidos a los bienes.
“(…) encontrándose nuestro padre en un estado de extrema vulnerabilidad e indefenso, la Sra. Elba se encuentra malversando sus bienes, hurtando cosas muebles valiosas de propiedad de nuestro padre.
“Ha aumentado considerablemente los gastos que realiza con la extensión de la tarjeta de crédito de nuestro padre, como queda demostrado con los resúmenes de tarjeta que se adjuntan. No se trata de gastos en alimentos o de primera necesidad, y mucho menos de gastos en beneficio de nuestro padre, sino de gastos suntuosos en beneficio propio, en arte, en vestimenta, en joyería”.