Santo en la Web y en la Red

26 de julio, 2024

Juan Carlos Rey emérito de España. El regalo de un sultán y las obsesiones con una de sus amantes.

Los fantásticos regalos que recibía. Más alguna “coima” que siempre era bienvenida.

En la primavera de 2014, semanas antes de abdicar de la Corona de España, Juan Carlos I empezó a viajar a Londres con mucha frecuencia. Se compró una mansión.

Lo hizo con dinero del sultán de Omán, según cuenta Corinna Larsen en el pódcast ‘Corinna y el Rey’, en el también que se queja de la obsesión con ella.

Como con esa casa: cinco plantas en una de las mejores zonas de la capital británica que quería decorar exactamente igual que la casa de ella, situada a pocos metros, en el barrio de Belgravia.


En aquella época, “me desconcertaba un poco porque pensaba: ‘Dios, que no se mude aquí; me tendría que ocupar de este problema para siempre”, confiesa Corinna.

“El rey Juan Carlos se acercó a mí, me dijo: ‘Quiero que sea como tu piso de Londres, quiero los mismos diseñadores de interiores y quiero que se parezca a tu casa’. En aquel momento empecé a preocuparme ligeramente por el nivel de obsesión que estaba alcanzando”.


Según Corinna, el exmonarca quería incluso que los muebles fueran los mismos, el suelo de mármol, las cortinas. Y al mismo tiempo que se preocupaba por esa obsesión, se relajaba un poco, también con ironía: “Oh, gracias a Dios está amueblando un piso de soltero solo para él, porque básicamente estaba personalizado para un jefe de Estado soltero, con mucha seguridad”.

Mientras Corinna cuenta en el pódcast el hastío que le producía tener a Juan Carlos tan cerca y ver además cómo quería decorar la casa como la suya, en declaraciones pasadas comenta que incluso le aconsejó cómo debería ser el intercambio de la propiedad.

Según publicó en su momento El Confidencial, don Juan Carlos “intermedió tras perder su condición de inviolable en la venta de un ático de lujo en Londres a una sociedad ‘offshore’ de las Islas Vírgenes Británicas. Al menos 20 millones de euros desaparecieron en una transacción sin ningún tipo de lógica comercial. El ático de la capital británica iba a convertirse en su nueva residencia después de abdicar. El Rey emérito consiguió en abril de 2014 que el sultán de Omán, Qabus bin Said Al Said, con quien mantenía desde hacía décadas una estrecha amistad, adquiriera ese inmueble y se lo cediera para poder disfrutarlo por tiempo ilimitado y sin coste alguno”.

La empresaria alemana asegura que el hecho de que Juan Carlos I recibiera una mansión de parte del sultán de Omán no le pareció sorprendente porque era una práctica habitual en el día a día del Rey. “Siempre ha pedido ayuda a los monarcas adinerados, sobre todo a los de Oriente Medio. El rey Hussein de Jordania le regaló una villa en España, la familia real saudí le regaló su yate… Así ha sido siempre durante todo su reinado, más de 40 o casi 50 años. Siempre dependía de la generosidad de otras personas y otros monarcas siempre pensaron en él como alguien con menos dinero pero con mucho poder”.


En su pódcast, Corinna cuenta que don Juan Carlos también quería remodelar un piso grande en el palacio de El Pardo. “Me decía que iríamos allí y que quería que yo me encargara de decorarlo. ‘Es broma”, dice que respondió Corinna.

Seguir leyendo