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miércoles 7 de junio, 2023

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Juan Carlos Rey emérito de España. Estará en su país pero buscará el bajo perfil. Posible encuentro privado con Carlos III.

No quiere perjudicar a su hijo el rey Felipe, por lo que mantendrá el silencio.

Hace casi un año el rey emérito Juan Carlos regresó a España por primera vez después de su autoexilio en los Emiratos Árabes. Visitó Sanxenxo rodeado de cámaras, interrogado por la prensa y recibido con honores en el Club Náutico.

Este año tiene previsto volver en unos días, pero no será como fue. El emérito no quiere ruido, no quiere declaraciones, ni fotografías. Quiere volver a España de forma periódica y todo lo que suponga espectáculo juega en su contra.

Este ha sido un año de silencio, unos meses en los que Juan Carlos ha aparecido en público; imágenes sí, palabras pocas.

Estuvo en Londres en el funeral de la reina Isabel II, donde coincidió con los Reyes, Felipe y Letizia. Estuvo también en Atenas en la despedida de su cuñado, Constantino I, acompañado de toda su familia. Y viajó a París invitado por el nobel Mario Vargas Llosa, en una visita en la que se encontró también con el presidente de Francia, Emmanuel Macron.

Así como quiere que siga todo: imágenes de normalidad en una vida poco normal.

Con la residencia fiscal y vital fijada en Abu Dabi, Juan Carlos se ha dejado ver estos días con su nieto, Felipe Froilán de Marichalar, y su hija, la infanta Elena.

Quiere pisar de nuevo España con Sanxenxo como escenario. Quiere entrenarse para el Campeonato del Mundo de Vela que se celebra en la isla de Wight a finales de agosto y principios de septiembre. Son aguas rebeldes las británicas, y necesita práctica antes de navegar en ellas. En Abu Dabi no sopla el viento, no hay olas, y de nada sirve salir allí a navegar. Por eso quiere estar en Sanxenxo.

Nadie ha contado los detalles de la visita, como se hizo el año pasado. Desde el entorno del Rey emérito se cierran y no quieren dar explicaciones. Él ha pedido silencio.

Además de ir a Galicia, le gustaría, aunque sea solo por unas horas, visitar Barcelona. En la capital catalana cuenta con dos grandes amigos y a uno de ellos no lo ha visto en mucho tiempo.

José Cusí, armador primigenio barco del Bribón, amigo y casi hermano del que fuera Rey durante décadas. La salud de Cusí no está en su mejor momento y don Juan Carlos quiere verlo.

En Barcelona también vive Manuel Sánchez, médico de Juan Carlos I, amigo íntimo que le ha visitado con periodicidad.

“Todo se sabrá, pero cuando haya pasado. No se puede contar nada antes porque se convierte todo en un espectáculo, y esto es lo último que él quiere”, aseguran a la revista Vanitatis sus allegados.

Está previsto, que viaje en avión privado. No queda claro si estará antes en Londres, en una cita privada con Carlos III, o si llegará directamente de Abu Dabi a España.

Desde el palacio de Buckingham no tienen constancia de un encuentro entre don Juan Carlos y Carlos III, pero tampoco tenían constancia en el palacio del Elíseo de la cena que el Rey emérito mantuvo con Macron en su visita a París.

Un vez en Galicia, tampoco queda claro si se alojará en casa de Pedro Campos, un lugar conocido y escaneado por la prensa, o si optará por un lugar más escondido donde las cámaras no puedan encontrarle. Ni siquiera se sabe si visitará Madrid y se verá con su hijo.

Su principal preocupación es cómo puede afectar su visita a su hijo, Felipe VI.

El año pasado tras su encuentro con Felipe VI en Zarzuela, una reunión larga y dura, decidió posponer su vuelta ‘sine die’. Hasta ahora, que ha considerado oportuno viajar a su país, antes de que empiece la carrera electoral a nivel nacional en España, que tiene visos de eternizarse, al menos hasta otoño.