Luego de participar en una misa en la iglesia del Obispado de San Justo, donde se pidió por la salud de la sargento baleada Rocío Villarreal, la intendenta de La Matanza, Verónica Magario, se retiró del lugar entre insultos y reclamos de decenas de vecinos que le exigieron seguridad.
“Chorra”, “ladrona”, “delincuente”, “poné la policía y “dónde está la seguridad”, fueron algunos de los gritos dirigidos a la dirigente. “Es una vergüenza como matan a los policías y a la gente de trabajo”, se quejó un vecino.
En diálogo con TN, Magario dijo que los familiares de Villarreal “están muy consternados. Iban a venir -a la misa- y no pudieron. Les pido que respetemos el momento de ellos”.
Además la intendenta confirmó que se reunirá con el ministro de Seguridad de la Provincia, Cristian Ritondo. “Le voy a pedir que podamos trabajar juntos”, señaló.
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