Un gendarme reconoció que en el operativo del 1 de agosto disparó su escopeta anti motín al interior de Cushamen y en dirección de un manifestante. Fue en las cercanías del río Chubut. Al momento de disparar (balines de goma), el gendarme se había separado del grupo y estaba sólo.
A su vez el gendarme reconoció que el disparo fue hacia el piso, que su tiro no tocó al manifestante, pero que le pasó por el costado.
Primero se supo que hubo gendarmes que efectivamente llegaron hasta el río. Luego trascendió que otro gendarme arrojó una piedra contra uno de los ocupantes justo antes de cruzar el río e hiriéndolo por la espalda y por último el disparo mencionado.
SEGUIR LEYENDO EN PUNTOSEGUIDO
