El peritaje que se le realizó a los celulares de los gendarmes que estuvieron en el desalojo de la protesta mapuche en ruta 40, donde se vio por última vez a Santiago Maldonado, ya arrojó sus primeros resultados. El integrante de la fuerza de seguridad que le había tirado un piedrazo a un manifestante, recibió un mensaje de una compañera aconsejándole que se “despegara” de ese episodio. Además, un video del operativo muestra a agentes con cascotes y hachas, elementos prohibidos en el protocolo de manifestaciones públicas.
El gendarme que quedó en la mira se llama Neri Armando Robledo, quien pidió licencia al día siguiente de los sucesos en río Chubut y se reincorporó esta semana, donde declaró que había herido a un manifestante con una piedra. El otro gendarme sospechado es el subalférez Emmanuel Echazú, quien sufrió la fractura de su mandíbula al llegar al desalojo y fue quien realizó el acta de lo sucedido.
Del peritaje de los celulares se desprenden 18 carpetas con el análisis de los mensajes, fotografías de las llamadas y entrantes mismos, que se le entregó a la fiscal personal de la Policía Federal Argentina. La hipótesis más fuerte que maneja el Gobierno es que Maldonado fue herido y que después alguien se lo llevó, aunque no saben si se trata de Gendarmería o los mismo mapuches.
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