El nuevo juez del caso por la desaparición de Santiago Maldonado, Gustavo Lleral, elevó a la Cámara de Comodoro Rivadavia una lista con elementos que va a necesitar para afrontar su tarea. Solicitó vehículos 4 x 4 , computadoras de escritorio, notebooks, impresoras, grabadores, celulares, filmadoras y útiles de oficina. En el escrito también manifestó las dificultades para conseguir un lugar de alojamiento en Esquel.
Lo más probable es que el magistrado instale su puesto de trabajo en una casa, desde donde, junto a su equipo, decida todas las medidas a tomar para avanzar en el caso.
A pocos días de haber sido designado, Lleral se contactó con la familia del artesano y les dijo que iba a hacer todo lo posible para avanzar en la investigación, un gesto que no había tenido su antecesor, Guido Otranto. El magistrado de Rawson tendrá 60 días de exclusividad para trabajar en la búsqueda del joven desaparecido hace 56 días.
Las pericias que se realizarán a los celulares y a las computadoras de los gendarmes parecen ser una de las principales claves en el caso. Si bien ya se habían hecho pruebas sobre los teléfonos, se cree que hay contenido que quizá Otranto no vio u omitió. Además, Lleral ordenó la geolocalización de esos teléfonos móviles, para saber exactamente dónde estaban los efectivos de seguridad en el momento que ocurrió el desalojo de la protesta mapuche.
El ingeniero Ariel Garbarz -que forma parte de la Comisión Provincial de la Memoria presidida por Adolfo Pérez Esquivel-, quien no había sido aceptado por Otranto, había declarado que sabe dónde se activó la celda del aparato de Santiago cuando fue atendido el 2 de agosto durante 23 segundos. A partir de la geolocalización, también se puede saber el movimiento de las camionetas de los gendarmes que las condujeron.
