Tenía 17 años.
Un adolescente muerto, un tiroteo con la Policía, dos detenidos y un operativo de gran escala para evitar nuevos enfrentamientos.
Un móvil policial que patrullaba la zona escuchó detonaciones y se dirigió al lugar.
Allí, los agentes encontraron a un joven tendido en el suelo con una herida en el tórax. De inmediato se solicitó la presencia de emergencias neuquino, que trasladó al herido al Hospital.
Los médicos confirmaron su muerte.
La víctima era un adolescente de 17 años. El joven contaba con antecedentes por delitos menores como robos y hurtos.
El adolescente discutía con otro hombre quien en medio del altercado saca un arma y dispara una sola vez.
La bala quedó alojada en la base del cráneo y todo indica que se trataría de un calibre de 9 milímetros, aunque se espera el resultado de la pericia balística para confirmarlo.
El asesino escapó a pie.
Los policías allanaron un domicilio y encontraron al sospechoso del asesinato. Se trata de un hombre mayor de edad que quedó detenido.
Sin embargo, el crimen no marcó el final del conflicto. Mientras el personal de criminalística trabajaba en la escena, un grupo de tres hombres salió desde una vivienda cercana y comenzó a hostigar a los efectivos.
Los agresores exhibieron armas de fuego, arrojaron piedras y objetos contundentes. Luego iniciaron un tiroteo contra el personal.
Esto obligó al repliegue momentáneo de criminalística. En ese momento, se ordenó el uso de escopetas 1270 para disuadir a los atacantes.
Uno de los agresores resultó particularmente violento: comenzó a disparar directamente contra la Policía. Los efectivos lograron reducirlo y detenerlo. Se trata de un hombre de aproximadamente 40 años, presunto familiar de la víctima.
En medio del enfrentamiento, un efectivo policial fue herido en la pierna derecha, a la altura de la cadera. La lesión no revistió gravedad.
También se secuestró un arma de fuego calibre 9 mm marca Beretta.
Ante la escalada del conflicto, se desplegó un operativo policial de gran magnitud, con la participación de más de 30 efectivos y al menos 15 móviles, entre patrulleros y camionetas.
También se sumó una dotación de bomberos, luego de que una casilla fuese incendiada.
La policía investiga si la propiedad pertenece a un allegado del autor del homicidio.
Pasó en el barrio Confluencia, en Neuquén.