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Tenía 80 años. Fue el voluntario elegido para matar al jefe guerrillero.
Mario Terán Salazar, el militar boliviano que ejecuto a Ernesto «Che» Guevara en octubre de 1967, murió a los 80 años.
Estaba internado desde hacía tres semanas en un hospital en la ciudad de Santa Cruz, donde será velado.
Terán años después de la ejecución contó a periodistas como fueron los momentos previos al fusilamiento «Fue el peor momento de mi vida. Vi al ‘Che’ grande, muy grande, enorme. Sus ojos brillaban intensamente. Sentía que se echaba encima y cuando me miró fijamente, me dio un mareo. Pensé que con un movimiento rápido el ‘Che’ podría quitarme el arma. `¡Póngase sereno -me dijo- y apunte bien! ¡Va a matar a un hombre!’ Entonces di un paso atrás, hacia el umbral de la puerta, cerré los ojos y disparé».
El «Che» buscaba establecer en Bolivia una base de entrenamiento y desarrollo de la guerrilla para encarar el objetivo final en Argentina.
Estableció su primer campamento dentro de territorio boliviano en el poblado de Ñancahuazú, con la idea de iniciar desde allí la acción hacia el norte del territorio argentino.
El 8 de octubre, el “Che” Guevara fue herido, capturado, y llevado a la escuelita de La Higuera.
Un día después de ser capturado, el 9 de octubre, el sargento Mario Terán fusiló al «Che», y luego el cadáver del guerrillero argentino fue trasladado a Vallegrande, donde el cuerpo fue colocado en un lavadero de mármol del hospital local y fotografiado, imagen que recorrió el mundo y se tornó icónica.
TRIBUNA ABIERTA