En un viaje histórico, 214 familiares de 230 soldados argentinos caídos en la guerra de las Islas Malvinas, volaron hasta el cementerio Darwin para rendirle homenaje a los héroes recién identificados, antes eran considerados NN.
Los familiares se encontraron con lápidas que llevan el nombre y apellido de cada soldado, que hasta hace pocas semanas no habían sido identificados y llevaban el texto de “Soldado Argentino Sólo Conocido por Dios”. Con este primer viaje se espera que se puedan retomar los vuelos impulsados por el Gobierno argentino para los familiares de los caídos, interrumpidos en el 2012 cuando se reanudó el enfrentamiento Argentina-Londres.
Las familias dejaron rosas blancas de tela y rosarios cristianos en las tumbas de sus soldados. Tuvieron momentos de intimidad y luego se realizó una ceremonia religiosa, oficiada por el obispo auxiliar de la Arquidiósesis de Buenos Aires, monseñor Enrique Eguía Seguí; el cura católico John Wisdom y el protestante reverendo Mercer.
Fueron acompañados por Geoffrey Cardozo, ex capitán del Ejército británico que comandó el entierro de los caídos, Claudio Avruj, el secretario de Derechos Humanos, personal de la embajada británica, periodistas y miembros de la empresa Aeropuertos Argentina de Eduardo Eurnekian, que financió el operativo y la restauración del cementerio.
Los isleños aprobaron la llegada de los familiares y el homenaje a realizar en el cementerio.
Este reconocimiento pudo realizarse luego de que las autoridades de la Argentina y el Reino Unido negociaran y le encargaran al Comité Internacional de la Cruz Roja la identificación de los restos de 121 tumbas. En el proceso de exhumación e identificación de 90 cuerpos realizado entre el 20 de junio y el 7 de agosto de 2017, participaron el Equipo Argentino de Antropología Forense y expertos de todo el mundo. También, el militar británico Geoffrey Cardozo, encargado de sepultar a muchos de ellos entre 1982 y 1983.
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