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20 de abril, 2024

Nueva Caledonia. Votan para decidir si son o no independientes de Francia.

Poseen una cuarta parte de las reservas mundiales de niquel.

Nueva Caledonia, un territorio ubicado en el Océano Pacífico cerca de Australia, votar si quiere independizarse de Francia tras 167 años.

En un referendo que Europa mira con atención ya que el archipiélago alberga una cuarta parte de las reservas mundiales de níquel y constituye uno de los últimos bastiones de soberanía de la Unión Europa (UE) en la zona tras el Brexit.

La coalición de partidos independentistas, encabezado por el Frente Canaco y Socialista de Liberación Nacional, que apoya el “sí” en la consulta en la que están habilitados a votar cerca de 180.000 residentes y en la que la participación no es obligatoria pero sí determinante.

El 4 de noviembre de 2018 ya se realizó un plebiscito en el que triunfó el “no” con el 56,7%, una diferencia de 18 mil votos mucho más estrecha de lo que preveían los sondeos, lo que envalentonó a los separatistas a pensar que podían revertir la situación si lograban convencer a las casi 34 mil personas que no se presentaron a sufragar o que lo hicieron en blanco.

La realización de estos referendos forman parte del Acuerdo de Numea, firmado en 1998 por las autoridades de Francia y Nueva Caledonia para poner fin a la violencia entre sectores pro independentistas y pro franceses que explotaron en 1988 tras décadas de resentimiento, sobre todo por las miles de hectáreas de tierra arrebatadas a los canacos, el pueblo autóctono del lugar, por parte de los colonizadores.

Actualmente, este archipiélago alberga el 25% de las reservas mundiales de níquel, un mineral que se usa para aleaciones como el acero inoxidable y en un sinfín de componentes electrónicos, y tiene un ubicación geopolítica central como uno de los últimos bastiones de soberanía de la UE en el sur del Pacífico tras la salida del Reino Unido del bloque.

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