La Iglesia comunicó que se trata de una “reparación histórica”.
El papa Francisco tomó su decisión de mudar a Santiago del Estero la Sede Primada de la Argentina, que Buenos Aires ejercía desde 1936. Así, monseñor Vicente Bokalic Iglic, obispo de la sede santiagueña, será el primer arzobispo.
“La decisión papal del traslado tiene su fundamento histórico en el hecho de que en 1570 San Pío V creó la entonces llamada Diócesis del Tucumán, con sede en lo que hoy es la antigua ciudad de Santiago del Estero”, explicaron a través de un comunicado conjunto Bakalic Iglic y Jorge Ignacio García Cuerva, arzobispo de Buenos Aires.
“En 1563, por disposición del Rey de España, el antiguo Tucumán se separó de la jurisdicción de Chile y pasó a depender de la Audiencia de Charcas. La Catedral de esta Diócesis primera, de lo que luego sería la República Argentina, fue la Iglesia de San Pedro y San Pablo emplazada en el territorio de la hoy Diócesis de Santiago del Estero“, señalaron.
En la carta difundida, los obispos comentaron que en 1907 se creó la actual Diócesis de Santiago del Estero -donde había funcionado la antigua y primera Sede Episcopal del Tucumán-. “Después, en 1936, Buenos Aires fue elevada por Pío XI a Sede Primada en razón de ser el primer Arzobispado, pero no la primera de las Diócesis en territorio argentino“, añadieron.
El obispo de Santiago del Estero, monseñor Vicente Bokalic Iglic.
Los primados pueden ser de honor, de orden y de jurisdicción y típicamente se conceden a una de las arquidiócesis más viejas de un país, que en el caso de Argentina es la sede santiagueña. En esa línea, se aclaró que la decisión de Francisco ” es un distintivo honorifico” que no lleva consigo “ningún cambio jurisdiccional en la organización eclesiástica argentina“.
Por último, Bokalic Iglic y García Cuerva llamaron a ver esta decisión papl como “una invitación a tener una mirada integradora del territorio nacional en un renovado propósito federal, aún desde la estructura eclesial”.
De esta manera, el Sumo Pontífice resolvió la transferencia del título que tenía la sede porteña y, a su vez, elevar la Sede diocesana de Santiago del Estero al grado y dignidad de Sede Arzobispal, permaneciendo como sufragánea de la Sede Metropolitana de Tucumán.
