El papa Francisco no descartó ir a Ucrania tras la invitación de las autoridades de ese país y alertó sobre el riesgo de una «Guerra Fría ampliada” como consecuencia de la invasión rusa, en el inicio de su viaje a Malta, donde le pidió a Europa responder a la «emergencia migratoria”.
«Sí, esta sobre la mesa», respondió el pontífice ante la consulta sobre si tenía pensado acudir a Kiev, realizada a bordo del avión que lo trasladó a Malta para una visita de 36 horas donde la problemática de migrantes y refugiados ocupa un lugar central.
Tanto el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, como el alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, invitaron al Papa a viajar hasta ese país para mostrar su proximidad a la población ucraniana por una guerra que el argentino criticó reiteradamente.
Antes de subirse al avió se reunió con algunas familias de refugiados de Ucrania que están siendo ayudadas por la comunidad de Sant’Egidio de Roma, acompañadas también por el cardenal Konrad Krajewski, limosnero del pontífice.
El encuentro tuvo lugar en la casa de Santa Marta -donde reside Francisco- y, entre ellos, estaba una madre de 37 años y dos niñas de 5 y 7 años que llegaron desde Lviv hace unos 20 días.
La niña fue sometida a una operación de corazón y está bajo supervisión médica en Roma.
TRIBUNA ABIERTA