Pidió por la estabilidad en la región
En el inicio de su primer viaje internacional de su pontificado, el papa León XIV llegó a Turquía y llamó al país a desempeñar un papel “estabilizador” en un contexto mundial “fuertemente conflictivo”.
El pontífice llegó a Ankara, la capital turca y fue recibido en el palacio presidencial por el jefe de Estado, Recep Tayyip Erdogan, con los himnos del Vaticano y Turquía y salvas de cañón.
“Señor presidente, que Turquía sea un factor de estabilidad y acercamiento entre los pueblos, al servicio de una paz justa y duradera” afirmó el pontífice.
La gira, que se extenderá hasta el martes próximo, proseguirá por el Líbano, que en los últimos días fue bombardeado por Israel.
León XIV alabó al país como “un puente entre Oriente y Occidente, entre Asia y Europa y una encrucijada de culturas y religiones”.
Pero también advirtió que la homogeneización del país, con apenas un 0,1% de cristianos entre 86 millones de habitantes, “representaría un empobrecimiento”.
Su anfitrión Erdogan aseguró que Turquía no permite la “discriminación” y dijo que no ve “las diferencias culturales, religiosas y étnicas como una fuente de división, sino de enriquecimiento”.
“Turquía, donde un 99% de los ciudadanos son musulmanes, alienta el respeto a todas las confesiones, también las comunidades cristianas”, aseguró.
A bordo del avión que lo llevó de Roma a Ankara, el pontífice explicó a los 80 periodistas que lo acompañaban su impaciencia por este viaje previsto para su predecesor, el papa Francisco, fallecido en mayo.
“Esperaba este viaje con mucha ilusión por lo que significa para los cristianos, aunque también es un bonito mensaje para el mundo entero”, declaró.




