La medida se tomó en rechazo al acuerdo paritario del 15,2% negociado entre Metrovías y la UTA además de la protesta por los compañeros que fueron sancionados por haber liberado los molinetes en anteriores oportunidades. Sin embargo, lejos de establecer una solución, el Jefe de Gabinete porteño Felipe Miguel, anunció que se descontaran las horas no trabajadas del sueldo.
«Hay silencio absoluto de la empresa concesionaria Metrovías, que continúa enviando telegramas con sanciones. Mientras que la Ciudad, lejos de acercar posiciones o intentar destrabar el conflicto, amenaza con denuncias penales», dijo el secretario de prensa de los metrodelegados Enrique Rositto.
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TRIBUNA ABIERTA