El presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas, condenó la muerte de tres israelíes en un ataque cometido en una localidad cercana a Tel Aviv, mientras las fuerzas israelíes mantienen una incesante búsqueda para dar con los autores del crimen.
Abbas subrayó que el asesinato de civiles palestinos e israelíes «sólo lleva a un mayor deterioro de la situación» en un momento en el que «todos buscan lograr la estabilidad», y advirtió contra la posibilidad de que se use este «condenable incidente» para justificar ataques contra la población palestina.
Abbas condenó los «continuos ataques» contra los lugares sagrados islámicos y cristianos e hizo hincapié en que «el ciclo de violencia confirma que una paz justa, permanente y exhaustiva es el camino más corto y correcto para lograr la estabilidad y la seguridad de los pueblos palestino e israelí, así como los del resto de la región».
El primer ministro palestino, Naftali Bennett, prometió capturar a los responsables del ataque.
«Echaremos la mano encima a los terroristas y a sus colaboradores y pagarán el precio», aseveró.
El ataque, perpetrado en Elad, una localidad de unos 50.000 habitantes, muchos de ellos ultraortodoxos, ocurrió el mismo día en que se conmemora la creación del Estado de Israel.
TRIBUNA ABIERTA