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26 de julio, 2024

Príncipe Carlos. Investigadores por presuntas donaciones a una de sus organizaciones benéficas.

A cambio hizo otorgar títulos honorífico a un ciudadano saudita. Esta distinción sirvió para respaldar la solicitud de ciudadanía británica.

La policía británica anunció que abrió una investigación por presuntas donaciones a una de las organizaciones benéficas del príncipe Carlos a cambio de títulos honoríficos a un ciudadano saudita.

Fue tras acusaciones contenidas en informes de los medios de comunicación.

“Esta decisión es consecuencia del análisis de una carta de septiembre de 2021. Esta relacionado con informaciones de prensa sobre supuestas ofertas de ayuda para garantizar honores y la ciudadanía [británica] para un ciudadano saudita”, explicó Scotland Yard en un comunicado en el que precisó que nadie fue detenido.

El diario The Sunday Times informó en septiembre que un empresario saudita, Mahfouz Marei Mubarak, había recibido un premio tras pagar miles de libras para proyectos fuertemente apoyados por Carlos, con la ayuda de los ayudantes del príncipe.

Tras la publicación, en noviembre, Michael Fawcett, mano derecha del heredero al trono durante décadas, dejó de dirigir la organización benéfica, The Prince´s Foundation.

“El equipo de investigación especial ha llevado a cabo el proceso de evaluación que ha incluido el contacto con quienes se cree que tienen información relevante… La evaluación determinó que se iniciará una investigación”, declaró la Policía Metropolitana de Londres.

Mahfouz, de 51 años, fue nombrado Comandante del Imperio Británico por el príncipe Carlos en una ceremonia privada en el Palacio de Buckingham en noviembre de 2016, un evento que no fue publicado en la lista oficial de compromisos reales, según profundizó The Sunday Times.

Recibir esta distinción sirvió para respaldar la solicitud de ciudadanía británica del saudita, según el diario.

La prensa reveló que la fundación del príncipe Carlos había aceptado cientos de miles de euros de un donante ruso, lo que llevó a una investigación por parte del organismo independiente que regula las organizaciones benéficas en Escocia. El presidente de la fundación, Douglas Connell, dimitió, pero negó haber cometido infracciones.

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