Un antiguo empleado del lugar confió que la monarca hace habitualmente tareas del hogar. Es frecuente que lave la vajilla que se utiliza.
La reina Isabel II dejó temporalmente el castillo de Windsor, donde ha permanecido recluida durante la mayor parte de la pandemia, para disfrutar de unos días de campo en su finca inglesa de Sandringham.
Allí hasta la irrupción de la crisis sanitaria, organizaba anualmente las celebraciones navideñas para todos los miembros de la familia real.
Un antiguo empleado de palacio, habló con el diario británico Daily Mail y contó como es la soberana cuando se encuentra en Sandringham.
En su casa de campo la monarca se comporta como una ama de casa más y no duda en ocuparse personalmente de algunas tareas domésticas.
“No hay prácticamente protocolo, esperas ni nada ceremonial. Sus manos pueden estar perfectamente en la bacha, igual que las de cualquier ama de casa”, señaló el empleado.
Es un inmueble de corte rústico y todo lo “sencillo” que se puede esperar del lugar donde la reina de Inglaterra se quita la corona.
