La mayoría son integrantes de la realeza.
Las damas de honor de Isabel II en la actualidad ejercen como asistentes personales de la soberana, pero a la vez son sus grandes amigas y confidentes.
Sus damas de honor, un reducido grupo de mujeres muy cercanas a la soberana británica, siempre junto a ella, pero siempre a la sombra.
Están preparadas para cualquier duda o necesidad que tenga, pero en un discreto segundo plano.
Son sus acompañantes, las que le tienen el bolso cuando lo necesita y guardan los regalos que la gente entrega.
Son sus amigas y confidentes, algunas llevan con ella muchas décadas y han sido testigo de los muchos acontecimientos históricos que ha protagonizado Isabel II.
Estos días las damas de la soberana han adquirido un gran protagonismo debido a la muerte de dos de ellas: la condesa de Grafton y Lady Farham.
Ellas no pertenecen a ningún cuerpo de las fuerzas y seguridad del estado británico. Además de servir a la soberana de manera oficial son personas de su máxima confianza y suelen pertenecer a la aristocracia inglesa.
La figura de las damas de honor existe en Reino Unido desde hace siglos y principalmente asisten a Isabel II en sus deberes institucionales y también en sus asuntos personales, una especie de asistente personal o secretaria con un exquisito sentido del deber, el honor y la lealtad.
También se encargan de parte de la correspondencia que recibe la monarca, de administrar su ingente vestuario para que no repita traje o incluso la ayudan a vestirse.
Por estas funciones no reciben un salario como tal, aunque la Reina puede pagar ciertos gastos como viajes o ropa.