Rey Guillermo de Países Bajos. Revela en un pódcast por qué le gusta el carácter latino de Máxima.

Son 7 en total en los que cuenta cosas de su vida al cumplir 10 años en el trono.

Guillermo y Máxima llevan más de 20 años juntos y los últimos 10 él ha asumido el trono de los Países Bajos y ella se convirtió en la consorte perfecta no solo acompañándolo en el trabajo institucional, sino también teniendo su propia agenda, gran parte de ella dedicada a su trabajo en la ONU.

Con motivo de estos diez años como rey, el monarca participó en un pódcast de diez capítulos para compartir sus vivencias.

Una de las cosas que contó es por qué a le gusta el carácter latino de su mujer.

En los pódcast se le pregunta por una posible y futura abdicación, a pesar de llevar solo diez años de reinado. Lógicamente, se muestra tajante, puesto que es una idea que ni le ronda por la cabeza: «No, no estoy pensando en eso. Hay muchos factores que entran en juego y no sé qué puede pasar con mi salud. Así que realmente no quiero pensar en estas cosas. Por supuesto le deseo a Amalia un muy buen y largo tiempo de preparación. Para ella misma, para formar su propia familia o lo que quiera hacer, y prepararse bien para su futuro. Y luego también decidiremos una cita, como con mi madre. Esa es realmente una consulta conjunta entre Amalia y yo. Eso es en un futuro lejano».

En cuanto a que actualmente luce barba. El monarca bromeó sobre la posibilidad de que Máxima y sus tres hijas tuvieran algo que ver en este detalle de su físico, pero asegura también que es él el único que tiene esa decisión.

También hay espacio para episodios algo más oscuros. Uno de ellos, una foto que se hicieron bebiendo cerveza con Putin durante los Juegos de Invierno de Sochi. Una imagen que, en la actualidad, Guillermo querría borrar, al igual que muchos otros royals que por cuestiones diplomáticas en algún momento se fotografiaron con el mandatario ruso

«Recibimos una llamada telefónica de que el presidente Putin había decidido asistir a la Holland Heineken House. El año anterior habíamos tenido el año de la amistad entre Holanda y Rusia. Ya había estado con él varias veces porque también había estado en una visita de estado aquí en los Países Bajos. Esa fue también la política del Gobierno holandés para reavivar la amistad con Rusia. Por eso me preguntaron si realmente quería estar allí esa noche para recibir a Putin. Pero eso sí, claro que no sabíamos que invadiría Crimea un mes después. Ni que unos meses después sus tropas derribarían el MH17. Si hubiéramos sabido eso, habría sido diferente».

Es precisamente el derribo del MH17 -un avión de pasajeros en el que murieron casi 300 personas- el asunto con el que más se emociona el rey Guillermo en esta entrevista y desvela lo impotente que se sentía al dar el pésame a los familiares de las víctimas por no poder hacer nada más por ellos.

Confiesa que muchos de los afectados le dijeron que ellos también conocían cómo se sentía, puesto que había perdido a un hermano, refiriéndose a la muerte del príncipe Friso, sucedida solo unos meses antes.

El monarca saca su lado más sensible y también pone sobre la mesa el carácter latino de Máxima al reconocer que a ninguno de los dos le cuesta expresar sus sentimientos en público.

«Cuando veo a otras personas llorar, realmente de tristeza, dolor y sufrimiento, me cuesta mantenerme frío. En ese sentido, creo que puedo estar bastante feliz de vivir en el siglo XXI, donde mostrar emociones se ve como algo menos débil que en el pasado. Me alegro de que en el siglo XXI realmente se vea de otra manera. Que mostrar emociones esté permitido. Tampoco me avergüenzo, debo decir. También tengo eso con una latina como mujer, que también puede ser muy emocional. Compartimos eso, eso es genial».