Con carteles en los que se leía «Juegos de la exclusión» y «Estado asesino«, miles de manifestantes se desplazaron hasta las cercanías del estadio Maracaná para protestar contra la máxima cita deportiva mundial. Dos de ellos prendiendo fuego a una camiseta amarilla con el logotipo «Rio 2016».
Aunque no se sabe si hubieron muchas personas arrestadas, se televisó a al menos un hombre siendo metido en una camioneta de la policía.
Horas antes, unos 3.000 manifestantes protestaron frente a la playa de Copacabana contra el presidente Michel Temer, obligando al Comité Organizador a cambiar el recorrido de la antorcha olímpica planeado para la inauguración de los Juegos.