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27 de julio, 2024

Rusia. 8 años de cárcel para opositor acusado de dar “información falsa” sobre la guerra en Ucrania.

Yashin, de 39 años, fue juzgado por denunciar en una emisión en directo en YouTube “la matanza de civiles” en la localidad ucraniana de Bucha, cerca de Kiev, de la que Moscú niega ser responsable.

La Justicia rusa condenó a 8 años y medio de cárcel al dirigente opositor Ilya Yashin por difundir “información falsa” sobre el accionar de las fuerzas armadas en Ucrania.

Esta es la mayor pena dictada contra un ciudadano ruso desde que se aprobara, al inicio de la campaña militar rusa en Ucrania, un nuevo artículo del Código Penal que castiga la difusión de información falsa sobre el Ejército ruso con diez años de cárcel.

Yashin, de 39 años, fue juzgado por denunciar en una emisión en directo en YouTube “la matanza de civiles” en la localidad ucraniana de Bucha, cerca de Kiev, de la que Moscú niega ser responsable. 

Era uno de los pocos opositores rusos destacados que no estaba en el exilio ni encarcelado.

“Con este histérico fallo, las autoridades quieren amedrentarnos a todos, pero en realidad simplemente confirman su debilidad. Los líderes fuertes están tranquilos y seguros de sí mismos y sólo los débiles hacen todo lo posible para taparle a boca a todos y acabar con todos los disidentes”, expresó Yashin en su canal de Telegram.

.El opositor Alexey Navalny, encarcelado desde principios de 2021 tras haber sobrevivido a un envenenamiento, denunció en Instagram un veredicto “vergonzoso” orquestado por el presidente Vladimir Putin.

“Otro veredicto vergonzoso e ilegal de Putin, que no hará callar a Ilya y no debería intimidar a las personas honestas de Rusia”, afirmó Navalny, quien se declaró “orgulloso” de Yashin y confiado en que el opositor “sobreviva a todo”.

Yashin se rió al escuchar el fall, su detención no le ha impedido seguir criticando a las autoridades y denunciando la intervención militar en Ucrania. 

A principios de noviembre, acusó a los jueces rusos de ser “siervos” del poder y de dar a Putin un “sentimiento de impunidad”.

En otra audiencia, explicó que se negaba a irse de Rusia: “Amo mi país y estoy dispuesto a sacrificar mi libertad para vivir aquí. Soy un patriota”.

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