No cede la tensión. Se espera la respuesta de los Estados Unidos.
Rusia anunció la retirada de algunas unidades militares desplegadas cerca de la frontera ucraniana que comenzarán a volver a sus cuarteles, aunque no se sabe a cuántos soldados serán afectados al repliegue.
Sucede en medio de la tensión con Estados Unidos, y poco después de la charla telefónica entre el presidente Joe Biden y su par Vladimir Putin en busca de una solución pacifica al tema.
”Las unidades de los distritos militares sur y oeste, que ya concluyeron sus tareas, comenzaron a cargar en medios de transporte”, “empezarán a regresar a sus cuarteles hoy”, anunció el portavoz del ministerio, Igor Konashenkov.
Por su parte el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov dijo “Siempre dijimos que después de las maniobras (…) las tropas volverán a sus cuarteles de origen. Y eso es lo que está ocurriendo ahora. Es el proceso habitual”, y aclaró que en el futuro Moscú va a organizar “más ejercicios en toda Rusia” reivindicando el derecho del país a llevar a cabo dichas maniobras.
Peskov también denunció una “campaña absolutamente sin precedentes orientada a provocar tensiones”, en referencia a todos los supuestos de que Rusia estaría preparando una invasión a Ucrania. ”Este tipo de histeria no tiene ninguna base”, indicó.
Tras hacerse público el anuncio, desde la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), su secretario general, Jens Stoltenberg, dijo “No vemos una desescalada en el terreno por parte de Rusia”, asegurando que la gran concentración militar de Moscú a las puertas de Ucrania es “una imagen que no cambió por el momento”.
También expresó que el Kremlin además de retirar las fuerzas desplegadas en la zona, tambien tiene que quitar del lugar equipamiento y artillería que “podrían permitir una incursión militar con poco margen de tiempo”.
“Otras veces, vimos que mueven tropas, pero pueden volver en cosa de días, en breve plazo. Tenemos que ver una retirada significante y duradera de tropas y también de equipamiento pesado”, destacó Stoltenberg.
En los últimos meses Rusia había desplegado más de 100.000 militares en la frontera con Ucrania y la comunidad internacional lo entendió como un posible preparativo a una “invasión”.
