La organización delictiva se formó con 3 ciudadanos colombianos y 2 mujeres argentinas.
Cinco personas, entre ellas tres de nacionalidad colombiana, fueron detenidas acusadas de integrar una banda que cometía salideras bancarias en la ciudad de Buenos Aires.
Con un sistema de postas de autos y motos para los seguimientos y cuyos miembros se intercomunicaban mediante llamadas en teleconferencia cuando cometían los asaltos.
Los detenidos son tres ciudadanos colombianos de 22, 27 y 35 años y dos mujeres argentinas de 27 y 31, quienes fueron apresados tras siete allanamientos ordenados por el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 57, a cargo de María Fabiana Galletti.
La investigación se inició en noviembre del año pasado ante el incremento de una serie de salideras bancarias que tenían como víctimas a personas que habían realizado alguna transacción en bancos del microcentro porteño y luego eran seguidas por la organización hasta algún sitio donde no hubiera cámaras ni domos donde pudiera quedar filmado el asalto.
Se realizaron tareas investigativas utilizando distintas bases de datos y redes sociales, al igual que se recolectaron imágenes de cámaras privadas y domos del Centro de Monitoreo Urbano de la Policía de la Ciudad, que ayudaron a identificar a varios de los componentes de la banda delictiva.
Tras analizar la activación de antenas y mediante la utilización del sistema “I2” de entrecruzamientos de llamadas, se pudieron identificar los teléfonos celulares que utilizaba la banda y obtener escuchas en directo.
Se descubrió que mientras hacían los seguimientos, en el momento del asalto y en la fuga, los ladrones estaban intercomunicados con la modalidad de llamadas en conferencia directa.
El modus operandi de la denominada “banda de los intercomunicados” era perseguir a la víctima en distintos vehículos y en el lugar elegido para el asalto, mientras con un auto por delante y otro por atrás le taponaban la posibilidad de escape, llegaba una moto de donde se bajaba un delincuente y con un elemento contundente rompía las ventanillas y le sustraía el bolso o mochila donde estaba el dinero extraído del banco.
Los automóviles y motocicletas que empleaban no eran robados, sino que se encontraban a nombre de alguno de los integrantes de la banda.
Se pudo demostrar que la banda no sólo cometía una gran cantidad de hechos ilícitos en los alrededores de las entidades bancarias del centro porteño, sino que también utilizaba inhibidores de señales digitales, mediante equipos de comunicación que neutralizaban las alarmas de los vehículos, con los que robaban elementos objetos y elementos que las víctimas poseían en el interior de sus rodados.
En los procedimientos se secuestraron una pistola Glock 9 milímetros, un revólver calibre 22, 16 celulares, chips telefónicos, documentación y llaves de vehículos, auriculares del tipo manos libres, municiones varias, precintos, dos inhibidores de señal, guantes de trabajo, barretas, destornilladores, cortavidrios.
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