La desaparición del submarino ARA SAN JUAN, que perdió contacto con la Armada el pasado 15 de noviembre con 44 tripulantes a bordo, desató un tenso clima de incriminaciones dentro de la cúpula de la fuerza, donde oficiales de distinto rango se han señalado por negligencia y ocultamiento de datos. Esas acusaciones cruzadas fueron realizadas en documentos calificados de “secretos” y “confidenciales”.
Los informes, según consigna en su portal el diario La Nación, incluyen cuestionamientos entre pares por la aparente falsificación de documentos y filtraciones de comunicaciones, además de la supuesta intervención de teléfonos para eliminar mensajes enviados o recibidos por WhatsApp. En el escrito se plantea la duda acerca de quién fue el responsable de filtrar el “mensaje secreto del San Juan”, que informó que el agua había ingresado en el tanque de baterías y habría provocado un “principio de incendio”.
A raíz de la desaparición del submarino, el presidente Mauricio Macri pasó a retiro al jefe de la Armada, almirante Marcelo Srur, y otros dos altos oficiales quedaron en la mira: el contraalmirante Luis López Mazzeo -virtual tercer hombre fuerte de la fuerza-, y el comandante Claudio Villamide, superior directo del capitán del ARA San Juan. Ambos continúan en la Armada pero suspendidos y acusados por “arriesgar a la tropa” y “negligencia en el servicio”, que puede causar su destitución.
Por su parte, López Mazzeo y Villamide denunciaron a Srur por el delito de “prevaricato” – presunto dictado de una resolución arbitraria a pesar de conocer que es injusta o contraria a la ley- y apelaron sus suspensiones, apoyados por otros oficiales que pidieron su retiro para no convalidar con su silencio lo dictaminado por Srur.
Para el ex jefe de la Armada, Pedro Fernández, capitán del submarino, tenía autonomía en sus acciones pero había alertado sobre los “riesgos” para el San Juan de participar en patrulla de control. En cambio, López Mazzeo y Villamide argumentan que Fernández decidió continuar con la misión hacia Mar del Plata tras reportar la “avería” aun cuando se le ofreció ir a un puerto más cercano.
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