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La periodista E.Jean Carroll, que logró que el expresidente Donald Trump enfrente un juicio por supuesta violación, ratificó su versión de los hechos y explicó que su presencia en los tribunales se debe a que pretende “rehacer” su vida.
“Estoy aquí porque Donald Trump me violó», dijo la periodista y escritora al declarar en el juicio civil en Nueva York en el que demanda al magnate una indemnización por daños y perjuicios.
Fue frente al Tribunal Federal de Manhattan, en el que la excolumnista de la revista Elle, de 79 años, habló ante los nueve miembros anónimos del jurado, seis hombres y tres mujeres, que deberán decidir si los supuestos hechos, que el expresidente niega, son susceptibles de una reparación.
Carroll, que alega que el magnate republicano, en plena carrera para llegar de nuevo a la Casa Blanca en los comicios de 2024, la agredió sexualmente en un probador de una tienda de lujo en la Quinta Avenida de Nueva York, a mediados de la década de 1990.
Cuando Carroll escribió sobre ello en un libro publicado en 2019, Trump dijo que el hecho no había ocurrido.
Contó el encuentro fortuito con el magnate a la entrada del local de Bergdorf Goodman. Pero las bromas en la sección de lencería femenina del sexto piso se transformaron en una pesadilla en el probador.
Según su relato, el entonces hombre de negocios y celebridad en Nueva York, hoy de 76 años, la reconoció porque ella escribía una columna en la revista Elle, «Ask E. Jean» (pregúntale a E.Jean), y la invitó en tono amistoso a ayudarla a elegir un regalo.
Relató que en la sección de lencería, Trump eligió un ‘body’ y admitió que todavía no se explica, 25 años después, por qué lo siguió al probador pese a que «la comedia estaba escalando».
«Me empujó contra la pared. Seguí riendo, no estaba segura. No quería hacer una escena», pero inmediatamente después «introdujo» sus dedos en su vagina y después su pene. “Fue muy doloroso; todavía sentada aquí lo puedo sentir», señaló.
Precisó luego que todo duró «muy pocos minutos», pero que ese hecho le “impidió tener de nuevo una vida amorosa».
La periodista explicó que contó el hecho recién más de dos décadas después porque «tenía miedo de Donald Trump» y «vergüenza».
«Pensaba que había sido culpa mía», dijo.
TRIBUNA ABIERTA