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7 de septiembre, 2024

Ucrania abandonaría la intención de ingresar a la OTAN. Reconocería que Crimea es rusa. Donetsk y Lungansk sus provincias separatistas serían estados independientes.

Máxima atención en la planta nuclear de Chernobyl. Fue desconectada la red eléctrica. Podría comprometer la seguridad y provocar otro desastre.

Momentos de alta tensión luego que el ejército ruso bombardeara una maternidad en la ciudad de Mariupol, que fue calificada por Zelenski como un “genocidio”.

¿Qué clase de país es Rusia si tiene miedo de los hospitales y las casas de maternidad y los destruye?”, preguntó el mandatario, y agregó “Lanzar una bomba en un hospital de maternidad es la prueba definitiva de que lo que está sucediendo es un genocidio de ucranianos”.

El hospital infantil en Mariúpol bombardeado.

A su vez, Ucrania confirmó que la planta de energía nuclear de Chernobyl fue desconectada de la red eléctrica, lo que podría comprometer la seguridad nuclear ya que la planta requiere de energía externa.

Desde la Casa Blanca, el gobierno de Biden advirtió que Rusia podría tratar de usar armas químicas o biológicas en Ucrania.

El presidente ucraniano ya considera irrealizable la idea de ingresar a la OTAN y propone la solución de una garantía internacional. “Es una garantía para nuestro país por parte de las naciones que deben formularla, incluso Rusia que es nuestro vecino”, afirmó Zelenski.

Y agregó “Estas serán garantías no solo para Ucrania sino también para Rusia”. Se trataría de acuerdos bilaterales con Estados Unidos, Francia, Alemania y la vecina Turquía, miembros de la OTAN.

Este punto fue el motivo principal que utilizó Putin para comenzar la guerra, bajo el argumento de que la OTAN sería una amenaza para Rusia con Ucrania como miembro al ser un país con el que limita.

El otro punto vital para un acuerdo es el relativo a Crimea y las 2 regiones separatistas de Ucrania. Los rusos no negociarán su soberanía sobre Crimea y es difícil que hagan concesiones acerca de Donetsk y Lugansk.

El presidente ucraniano acepta la necesidad de “llegar a un compromiso sobre la Crimea”, pero advirtió que “negociamos un acuerdo, pero no una capitulación”.

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