Su padre no se casó con la mamá por eso no puede tener títulos de la realeza.
El hijo mayor del príncipe Alberto II de Mónaco durante dos décadas ha mantenido su vida en privado.
Alexandre Grimaldi está dispuesto a hablar y dio su primer entrevista a la revista ‘Tatler’. Es hijo del soberano con su antigua novia secreta, la togolesa Nicole Coste.
El joven tiene la mirada puesta en una asociación empresarial con el cabeza de familia Grimaldi. “Aspiro a trabajar en colaboración con mi padre y convertirme en embajador global de Mónaco, por así decirlo, y traer oportunidades de negocio al principado, que es lo que he hablado con él”, asegura.
“Todo el mundo ha sido muy amable conmigo”, dice durante una conversación en Nueva York, ciudad a la que pretende mudarse a principios del año que viene.
Entre esas amistades cita por ejemplo a Naomi Campbell, que salió con Alberto a principios de los noventa. “Fue genial conocerla. Fue muy amable y me acogió como a un sobrino”, dice Alexandre
“Me dio un consejo: que tuviera cuidado con los que me buscan, sobre todo ahora que salgo a la luz pública”, asegura.
Su rápida evolución a personaje de portada difícilmente se creería posible si se tiene en cuenta las dos últimas décadas en las que en los titulares siempre le acompañaba la etiqueta de “ilegítimo”.
Alexandre respondió recientemente a la palabra que le persigue desde antes de saber leer, diciendo a la revista ‘Point de Vue’ en una entrevista junto a su madre que su uso es “insultante”.
“Ninguno de mis padres estaba casado y ninguno cometió adulterio. Mi padre me reclamó voluntariamente cuando era un bebé, no porque un juez o la prensa le obligaran”.
De hecho fue en mayo de 2005, dos meses antes de que Alberto subiera al trono de Mónaco, cuando Nicole Coste hizo pública la existencia de Alexandre en una entrevista con ‘Paris Match’.
Alberto, ya conocido como el príncipe playboy. Poco después, Alberto confirmaba públicamente que Alexandre era su hijo, aunque no sería heredero al trono, ya que él y Nicole nunca se habían casado.
A Charlène Wittstock, la nadadora olímpica sudafricana con la que el príncipe Alberto se casó en 2010, Alexandre no menciona en ningún momento de la conversación.
