Le quiso tomar la mano.
Durante el acto conmemorativo en el Memorial Británico de Normandía en Ver-sur-Mer, se produjo un momento incómodo entre Brigitte Macron y la reina Camila.
Ambas depositaron coronas de flores en honor a los caídos. La primera dama de Francia, en un intento de mostrar afecto y cercanía, intentó tomar la mano de la reina Camila.
La reina se mostró algo reticente a ofrecer su mano, cubierta por un guante, lo que generó una situación algo tensa.
Tras apretar ligeramente la mano de la mujer de Carlos III, que se mantuvo estática en todo momento, Brigitte Macron la soltó y ambas se colocaron una al lado de la otra delante del monumento.
Este gesto, aunque bienintencionado, pone de manifiesto la delicadeza con la que hay que tratar el contacto físico con los miembros de la familia real inglesa.
Según el sitio web de la Casa Real Británica, no existen códigos de conducta obligatorios al conocer a la Reina u otros miembros de la familia real, pero hay una norma no escrita que desaconseja ir más allá de un apretón de manos.
Emmanuel Macron y su mujer llegaron tarde al acto, algo que no pareció moslestar al rey Carlos III, que los recibió con una sonrisa y besando la mano de la primera dama francesa.
