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25 de enero, 2025

Carlos III. En paz con su hermano. Andrés se quedará en su mansión.

Va a hacer frente a una reforma que se estima en 2,3 millones de euros.

La situación de los inquilinos indeseados en las propiedades de la Corona parece haberse resuelto.

Primero se sacó al príncipe Harry y Meghan de su residencia de Frogmore Cottage.

Ahora la irregular situación del príncipe Andrés en su mansión de Royal Lodge también parece resuelta.

Carlos III concedió a su hermano menor el permiso para permanecer indefinidamente en su residencia tras llegar a un acuerdo.

El duque de York obtuvo un plazo de tiempo para asegurar al monarca que puede reunir los fondos necesarios para llevar a cabo las costosas reparaciones que tanto necesita la mansión real de 30 habitaciones.

Los hijos de Isabel II llevaban enfrentados por esta cuestión desde que el rey sugirió a su hermano que se mudara de la enorme propiedad a una casa más pequeña de cuatro dormitorios en la finca de Windsor, precisamente la que han dejado vacía los Sussex.

El príncipe Andrés, que recibe una asignación anual de 290.000 euros, se le ha concedido una “suspensión de la ejecución” hasta que demuestre que puede hacer frente a una reforma que se estima en 2,3 millones de euros.

También se ha revelado que el duque de York habría desembolsado más de 200.000 euros de su bolsillo para reparar el tejado durante el verano, lo que se ha descrito como un “pago provisional”.

Andrés aún comparte con su exesposa Sarah Ferguson la casa, a pesar de haberse divorciado hace 27 años.

Fuentes del Palacio Real británico han confirmado que Carlos III y Andrés tuvieron una reunión privada en Balmoral en la que se discutieron estos y otros problemas.



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