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8 de diciembre, 2024

Carlos y Camila. Llegaron a Australia en medio de una tormenta eléctrica.

La reina usó un broche de diamantes de Isabel II.

El inicio del primer viaje oficial al extranjero que hacen los reyes británicos desde su coronación no ha sido fácil.

Carlos y Camila aterrizaban en Australia acompañados de lluvia y tormenta eléctrica, lo que ha deslucido un poco el recibimiento en Sidney.

Camila usó un broche de diamantes de Isabel II.

Así que la primera imagen de ambos en esta gira real ha sido separados por unos metros y bajando las escalerillas del avión.

Uno y otro llevaban sus paraguas en la mano.

El rey Carlos III lo mantenía cerrado, mientras su esposa sí utilizaba el suyo, un modelo grande y transparente con el que se protegía de la lluvia, que hasta unos minutos antes del aterrizaje había llegado a ser tan intensa que hizo llegar a temer la conveniencia del aterrizaje.

La pareja pisó suelo australiano siendo recibida por una fila de dignatarios, entre ellos el Primer Ministro, Anthony Albanese.

Tras los saludos y recibir la reina un ramo de flores de manos de un niño se dirigieron a Admiralty House, la residencia del Gobernador General de Sidney, donde se alojan durante su estancia en la ciudad.

Allí estaba previsto un té con el Primer Ministro antes de que la pareja se retirara a descansar y recuperarse del largo vuelo, especialmente delicado para la salud del rey Carlos III, que ha tenido que pausar su tratamiento contra el cáncer para poder afrontar este viaje.

Con el broche Camila no solo homenajeaba a la fallecida monarca, sino también a la estrecha relación que tuvo con el pueblo de Australia, que fue quien se lo regaló en 1954.

Es una pieza que representa una rama de acacia, creada por el joyero Paul Schneller y que contiene diamantes amarillos y azules, con uno grande blanco en el centro representando la flor del árbol de té. Isabel II se lo puso en varias ocasiones cuando visitó el país y su nuera ha querido seguir sus pasos.


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