“No nací en Roma (como mi padre), pero permítanme intentar decir algunas palabras en el hermoso idioma italiano”
Felipe y Letizia están en Roma. Tras la ceremonia de bienvenida ofrecida por el presidente, Sergio Mattarella, en el Palacio Quirinale, y la ofrenda floral en el Altar de la Patria, los Reyes han puesto rumbo hasta el Palacio del Bel Respiro, donde han sido recibidos por la presidenta del Consejo de Ministros, Giorgia Meloni, con la que han almorzado.
Uno de los momentos clave de la visita de Estado el discurso del Rey ante las cámaras legislativas italianas, la cámara de los diputados y el senado.
Felipe ha podido dirigirse a todos los ciudadanos italianos a través de sus representantes en ambas cámaras, reunidos en una ceremonia parlamentaria en la Cámara de Diputados, un evento excepcional en Italia.
El Rey, que ha sido recibido con un gran aplauso, ha empezado su discurso en italiano, haciendo además referencia a su padre, Juan Carlos. No es habitual que el monarca hablé de rey emérito, y menos en unas palabras tan importantes.
Cabe recordar el vínculo que une a Roma con el Rey emérito, pues fue aquí donde nació el 5 de enero de 1938, concretamente en el edificio número 122 del viale dei Parioli.
“No nací en Roma (como mi padre), pero permítanme intentar decir algunas palabras en el hermoso idioma italiano”, ha asegurado el monarca, recordando así a su padre.
Felipe ha continuado en italiano, expresando su “agradecimiento al presidente de la República, Sergio Mattarella, por su amable invitación a visitar Italia, por su continua estima y por su constante atención hacia la Reina y hacia mí desde nuestra llegada a este extraordinario país. Gracias también por tu sensibilidad hacia España y por tu amistad por España. Un agradecimiento más por encontrar siempre sabiduría y consejos en el Presidente de la República. Ustedes lo saben mejor que yo: el Presidente Mattarella es un punto de referencia para Italia y para los italianos”.
Ya en español ha explicado: “Realmente impresiona la visión desde aquí, lo que significa, democráticamente y desde la responsabilidad pública o de Estado, hablarle al querido pueblo italiano a través de sus legítimos representantes. Este privilegio se dispensa a muy pocos jefes de Estado extranjeros, y si hoy se me honra con él, es porque España no se tiene en Italia tan solo como país amigo, sino como país hermano, que es la misma consideración que Italia tiene en mi país”.