Tenía que declarar.
La audiencia por violaciones a las que se enfrentó Gisèle Pélicot durante casi diez años por parte de su exmarido, Dominique, y decenas de hombres, el principal acusado no estuvo.
Según ha explicado Roger Arata, el presidente del Tribunal, el orquestador de dichas violaciones lleva varios días enfermo.
Su estado de salud “ha empeorado” y no se sentará a declarar como se esperaba.
“ Creo que será hospitalizado y atendido localmente. No podremos ver al señor Pélicot por ahora”, declaró Arata.
La abogada del acusado, Béatrice Zavarro, dijo que que Pélicot “había vomitado, se sentía mal y le dolían los riñones”.
“Físicamente, está ahí, pero no estoy seguro de que pueda seguir el proceso con tranquilidad”,
Los expertos ya han resaltado que tiene una “personalidad perversa” marcada por varias desviaciones sexuales, entre las que citan el sadismo y el voyerismo sexual, así como una “peligrosidad criminal muy elevada”. Cuando Dominique conoció a Gisèle, la describía como “una santa”. La pareja se casó en 1973 y tuvo tres hijos, el último de ellos en 1986.