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27 de junio, 2025

Harry y Meghan. Sospechaban que Carlos III había requisado los pasaportes de sus hijos.

“Una vez creados, serían la prueba legal de sus títulos”

La tensión entre el príncipe Harry, Meghan Markle y la monarquía británica vuelve a acaparar titulares en Reino Unido, esta vez por un asunto aparentemente burocrático: la emisión de los pasaportes británicos de sus hijos, el príncipe Archie y la princesa Lilibet.

Los duques de Sussex llegaron a sospechar que los documentos estaban siendo retenidos debido a la inclusión de los títulos reales de sus hijos en la solicitud.

Archie y Lilibet fueron oficialmente reconocidos como príncipe y princesa tras la ascensión de su abuelo, el rey Carlos III, al trono en 2022.

No fue hasta el bautizo de Lilibet, en marzo de 2023, cuando los títulos se emplearon públicamente por primera vez.

Los trámites para obtener los pasaportes británicos de los niños se habrían prolongado durante cinco meses, lo que llevó a Harry a plantearse la posibilidad de adoptar el apellido Spencer, en homenaje a su madre, la princesa Diana, como alternativa al apellido Sussex, que utilizan actualmente.

Una fuente citada por The Guardian ha explicado que el rey nunca ha estado de acuerdo con que los niños usaran el tratamiento de ‘Su Alteza Real’, “y los pasaportes británicos, una vez creados, serían la primera y quizás la única prueba legal de sus títulos”.

A pesar de las acusaciones, el Palacio de Buckingham ha negado tajantemente cualquier implicación del monarca o su equipo en el retraso de los documentos. El Ministerio del Interior británico, por su parte, también ha evitado hacer declaraciones al respecto.

Los pasaportes fueron finalmente emitidos después de cinco meses de espera, pero el malestar persiste.

Harry, frustrado, habría solicitado apoyo a su tío para saber si la familia podía usar el apellido Spencer en caso de que los títulos fueran un impedimento legal. La intención de los Sussex, aseguran, es que sus hijos puedan conservar sus títulos y optar a roles activos dentro de la monarquía si así lo deciden en el futuro.

El portavoz de la pareja evitó hacer comentarios sobre este asunto, calificándolo como un tema privado.

Archie y Lilibet tienen derecho a la doble nacionalidad, británica y estadounidense, por la ciudadanía de sus padres, lo que les permite contar con ambos pasaportes.


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