Tenía 19 años.
Antonella López, la sobrina de 19 años de un exjefe mafioso, fue asesinada a tiros en un club nocturno de Bari, en la región de Apulia (sur), en el marco de una presunta guerra de la mafia que dejó otros cuatro heridos.
La joven fue baleada en el club nocturno Bahia por un joven identificado como Michele Lavopa, de 21 años.
Según confesó el asesino, se trató de un error. El blanco del ataque era uno de los amigos de la joven, Eugenio Palermiti, de 21 años, sobrino del jefe de la mafia local en el barrio de Japigia.
Lavopa presuntamente disparó siete balas. Uno de los tiros alcanzó a López en el hombro y le cortó la arteria aorta.
La joven murió desangrada.
Otros cuatro jóvenes de entre 20 y 25 años resultaron heridos, sin que su vida corriera peligro.
El asesino se entregó a la policía después de que su madre lo convenciera.
Fue acusado de homicidio voluntario, cuádruple intento de homicidio y posesión y portación de arma de fuego.
El joven declaró a la policía que había ido a la discoteca con su novia y algunos amigos “sin ninguna intención beligerante”, pero que había traído un arma “para defenderse de posibles ataques, como suele ocurrir en las discotecas de Bari”.
Habría habido una discusión con el grupo de Palermiti y, según Lavopa, el joven habría sacado un arma, por lo que él reaccionó a los tiros.
Tras la balacera, el joven huyó a pie y descartó el arma en el mar.
