Leyes retrogradas.
La familia imperial de Japón se enfrenta a una crisis. Las restrictivas leyes de sucesión, costumbres retrógradas y la falta de varones que puedan ascender al trono imperial amenazan con extinguir su dinastía.
El partido del gobierno y los de la oposición han comenzado a debatir si es necesario introducir cambios en las leyes del país para garantizar que las futuras princesas permanezcan dentro de la familia imperial.
La que fuera la princesa Mako, hija mayor del príncipe Fumihito y la princesa Kiko, se vio obligada a renunciar a su puesto en la Casa Imperial de Japón para poder casarse con Kei Komuro, su novio de la universidad.
Según la ley de sucesión del trono en Japón, las mujeres de la familia imperial no pueden casarse con plebeyos y conservar su posición dentro de la familia.
En los últimos años el tema ha suscitado un profundo y amplio debate en Japón.
Según lo dictado por la legislación vigente desde 1947, las princesas de la casa imperial japonesa han de abandonar la familia real en caso de contraer matrimonio con un plebeyo y, dado que no hay príncipes japoneses que puedan casarse, la situación les deja prácticamente sin opciones.
Aquel cambio de la ley supuso que 11 ramas de la familia imperial japonesa pasaran a ser plebeyas (un total de 51 miembros) y ya han sido ocho los integrantes de la línea de sucesión actual que han tenido que renunciar a su estatus debido a su matrimonio.
Entre ellos se encuentra la tía de Mako, la princesa Sayako, que en 2005 renunció a formar parte de la familia imperial para casarse con Kuroda Yoshiki, y en un primer momento tuvo que ejercer de ama de casa. No obstante, desde 2012 ocupa el puesto de suma sacerdotisa del santuario de Ise, dedicado a la diosa del Sol Amaterasu.
La legislación también establece que únicamente un hijo varón descendiente de un emperador varón puede ascender al trono.
Pero en los últimos 50 años, la realeza japonesa no tiene primogénitos varones. De hecho, apenas hay cuatro varones en la familia del emperador Naruhito, compuesta por 17 personas.
En 2006, la princesa Kiko, esposa del hijo menor del actual emperador, dio a luz a un hijo, el príncipe Hisahito, segundo en la línea de sucesión al trono tras su padre, el príncipe heredero Akishino.
Es el primer heredero varón de la familia en 40 años. Pero incluso a tan corta edad, la dinastía descansa sobre los hombros de este joven de 17 años: únicamente tiene un sucesor, su tío abuelo, el príncipe Hitachi.