“No hay precio para pagarla”
Desde que se supo que el rey emérito Juan Carlos I está escribiendo en primera persona las editoriales más importantes de España están pendientes de Abu Dabi.
Está escribiendo sus memorias, él solo, sin ayuda de ningún periodista. El que fuera rey de España durante casi 40 años se sentó en su escritorio en su casa de la isla de Nuray, poniendo negro sobre blanco sus vivencias. Sin intermediarios, sin filtros.
La única ayuda con la que cuenta es la de su entorno más inmediato, que le proporciona los documentos que les pide desde la distancia.
Los editores españoles ya se mueven. Algunos incluso tenían constancia de la idea de don Juan Carlos, sobre todo desde que decidiera paralizar el libro que había escrito Carlos Herrera con su ayuda.
El rey expatriado lleva poco tiempo enfrascado en las memorias, acaso unos pocos meses, por lo que no ha pensado siquiera en la posibilidad de negociar con una editorial.
“No es usual que los monarcas las escriban”, señala Ymelda Navajo, directora general de La Esfera de Los Libros, editorial especializada, entre otras cosas, en libros sobre la monarquía española.
“Yo creo que no hay precio para pagarlas, lo que el Rey pidiera”, añade Navajo, una de las editoras más prestigiosas de nuestro país. Para ella, “serían unas memorias de muchísimo interés y muchas editoriales importantes estarían interesadas”.
La idea de don Juan Carlos es la de hacer un relato muy personal de su vida. Para ello ha informado a su círculo más cercano, que le ayuda en todo lo que puede. Los amigos y familiares le mandan fotografías, billetes de viajes, estampas y postales, y también registros de vuelos, regatas, safaris y cacerías varias. La mayoría de las veces lo hacen a través de sus hijas, las infantas Elena y Cristina, que lo visitan con regularidad.