Fueron a un restaurante con amigos.
El rey emérito Juan Carlos está aprovechando al máximo el tiempo de su estancia en la Sanxenxo.
Junto a él está su inseparable hija, la infanta Elena, que comparte el gusto por la regata.
También les encanta también disfrutar de la gastronomía local.
Juntos acudieron a Cambados acompañados del amigo del emérito Pedro Campos, en cuya casa se aloja el padre de Felipe VI, y la mujer de este, Cristina Franze. Allí eligieron la marisquería Ribadomar para degustar una cena.
Los cuatro llegaron en auto y fueron saludados y atendidos personalmente por Manolo Ribadomar, el propietario y chef del local.
Don Juan Carlos, la infanta Elena y sus acompañantes se sentaron en el salón junto a otros clientes. Según ‘La Voz de Galicia’, el Rey emérito y su hija prefirieron dejarse aconsejar por Manolo Ribadomar a la hora de escoger un plato y finalmente se animaron a probar el salpicón de lumbrigante, que acompañaron con otro plato de marisco y un postre.
Antes de la cena el emérito aprovechó al máximo. Tras su sesión de entrenamiento a bordo del Bribón en Sanxenxo, abandonó las instalaciones del Real Club Náutico.
Antes de trasladarse a Cambados junto a sus acompañantes, don Juan Carlos tuvo tiempo de descansar en la casa de su anfitrión.