Los motivos tienen que ver con la aristocracia.
La casa en la que se crio Lady Di y donde fue enterrada, Althorp House, no la heredarán sus hijos, los príncipes William y Harry.
Lady Di dejó tras de sí un extenso patrimonio, entre ellos, la suma de 25 millones de euros a repartir entre sus dos hijos.
Sin embargo, esta cantidad quedó reducida casi a la mitad después de que se llevase a cabo el pago de impuestos.
Lo que los príncipes no heredarán será una de las propiedades de la princesa.
La finca Althorp ha pertenecido durante cinco siglos a la familia de Lady Di.
El inmueble fue construido en 1508 para los Spencer y, actualmente, pertenece a Charles Spencer, noveno conde de Spencer y hermano de Diana de Gales.
Caracterizada por sus 50 kilómetros cuadrados de parcela, presenta en su interior una casa señorial de ladrillo rojo con una sala de billar de estilo victoriano, muchas pinturas y muebles de gran valor.
Se desconoce el valor que pudiese tener el inmueble en el mercado.
Aunque, lo que sí está claro, es que los príncipes no tendrán en sus manos esta finca.
El sistema de la aristocracia, en el que los títulos van a parar al mayor de los hijos, le ha otorgado la titularidad del inmueble al mayor de los hijos. Y, en esta ecuación, no figuran Harry y William.
El joven que se encargará de supervisar y gestionar el patrimonio de Althorp es el sobrino de Diana Spencer, Louis Spencer, quien nació en Londres, pero ha vivido en Sudáfrica.